La primera noche de Petrona Jerez en la casa de Gran Hermano no fue fácil. La tucumana reveló que sufre de sonambulismo, lo que generó los primeros inconvenientes para la convivencia.
Petrona eligió la cama más alejada de la habitación, que compartían las mujeres, para evitar posibles problemas, lo que preocupó a Sandra Priore. Sin embargo, la peluquera aseguró que no habría inconvenientes.
En este sentido, el sonambulismo no fue lo que causó molestias a sus compañeras de cuarto, sino sus fuertes ronquidos. De hecho, Delfina de Lellis y Martina Pereyra tuvieron que ir al confesionario para pedir tapones para los oídos, pero Gran Hermano les negó la solicitud, argumentando que debían adaptarse a la convivencia.